Estamos en un mal momento para las empresas. Para las pequeñas y medianas empresas. Con la crisis, creemos que hemos aprendido que todo cuesta menos. Que da igual la profesionalidad, la calidad del producto, la seguridad en lo que compras, en donde compras. Lo importante es el precio. Cuánto menos mejor. El precio es lo que importa.
Y me niego.
Se que voy contra corriente y que en momentos puntuales para poder competir con empresas similares a las nuestras hemos tenido que bajar precios. ¿Y que conlleva esto? Que las empresas para poder mantenerse recortan en todo para poder ser rentables. En personal, en formación, en tecnología, y de esta manera pueden sobrevivir.
Creo, sinceramente, que estamos perdiendo el valor de los servicios que recibimos de las empresas. Cada vez el trato es menos cordial, más lejano, con un simple e-mail, un SMS, sin tener en cuenta que la forma más directa e inteligente que tenemos las personas para comunicarnos es a través de la palabra.
Los jóvenes de hoy no pueden llegar ni a imaginarse que sus padres, no digamos sus abuelos, jugábamos con instrumentos que hoy sólo ven a través de una pantalla. Los balones, el pilla-pilla, el escondite inglés, sin mover las manos ni los pies, son situaciones que los jóvenes de hoy entienden anti diluvianas. Y no digamos LEER.
LEER. Esa palabra maravillosa. Leer (del latín legere) es el proceso de percibir y comprender la escritura. LEER es aprender. Recuerdo a mi madre cabreándose porque no me sentaba a comer, siempre mis problemas con la comida, porque estaba leyendo. Todo lo que caía en mis manos era leído por mí. Según google, Cervantes, es un gran escritor español del siglo XVI, pero los libros, léetelos tú que a mí me da la risa. Y por eso creemos que sabemos quién era Cervantes. Porque lo menciona google.
Leer te enseña valores, los que te inculcan tus padres, te relaciona con el mundo, te ayuda a comunicarte con los demás, es tan importante. Te da seguridad, confianza. La palabra con la que he empezado esta misiva.
Y me niego.
Me niego a que mi empresa se le reconozca por el precio. Quiero que se nos conozca por el servicio, por la profesionalidad, por siempre tener una persona que te ayude en tus problemas y que te cree soluciones. Por saber que tienes un equipo, un gran equipo, detrás de ti. Con mucha experiencia, con muchas ganas, con mucho savoir faire. Y esto cuesta. Cuesta sacrificio. Dinero.
Dejémonos de precio, quién quiera tener un buen profesional a su lado, que cuente con nosotros. Todos los días formándonos, con personas expertas en cada materia, creyendo en lo que hace, creyendo en el CLIENTE. Con mayúsculas.
Existen otras formas, otras maneras de trabajar. Pero no es la que quiero para mi empresa. Igual me equivoco, seguro que me equivoco. Como dijo Mario Benedetti:
“me gusta la gente con criterio, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó”.
Francisco J Pérez
Gerente SEGURDAT INVERSIONES
Gerente IBERSECURITY
CEO ADCOnnexio
Secretario Federación de Comercio
Padre y esposo.